¿Qué es el metabolismo y cómo influir en el gasto energético?

Seguramente, te hayas preguntado qué es el metabolismo, por qué es tan importante lo que comemos y qué hace nuestro organismo con toda esa comida.

Y es que cada vez que tomas algo, ya sea un batido, una ensalada o una paella, el cuerpo tiene que trabajar para obtener los nutrientes de cada alimento.

Descompone la comida en macronutrientes y éstos en moléculas más sencillas que luego usa para mantener las funciones vitales.

  • Degrada las proteínas en aminoácidos
  • Convierte las grasas en ácidos grasos
  • Transformar los hidratos de carbono en azúcares simples

El cuerpo puede utilizar el azúcar, los aminoácidos y los ácidos grasos como fuentes de energía cuando lo necesita. Además los aminoácidos y los ácidos grasos llevarán a cabo otras funciones estructurales y reguladoras en el cuerpo.

Todo esto respondería a lo que es el metabolismo.

Dicho de forma más precisa, el metabolismo es el conjunto de reacciones químicas que se producen en nuestro cuerpo para transformar los alimentos en energía.

FUNCIONES DEL METABOLISMO

El metabolismo tiene dos funciones principales:

  • La construcción de tejidos y almacenamiento de reservas. Se le conoce como anabolismo y permite el crecimiento celular, el mantenimiento musculoesquelético y la conservación de depósitos de energía.
  • La descomposición de los tejidos y los depósitos de energía para obtener energía para las funciones celulares. Es el catabolismo y transforma moléculas grandes (macronutrientes) en otras más pequeñas liberando energía y calor.

EL METABOLISMO BASAL

A la energía que utiliza nuestro cuerpo para subsistir, es decir para cumplir con sus funciones vitales en reposo, se le llama metabolismo basal.

Son las calorías que quemas mientras duermes y que simplemente mantienen tus sistemas y órganos para que puedas seguir viviendo.

Este gasto depende de muchos factores. Sobre todo, relacionados con la cantidad de músculo y grasa del cuerpo. Y puede verse influido según tu estilo de vida.

La mayoría del tiempo no estamos en reposo, por lo que hay que añadirle otros «gastos» extra a lo que es el metabolismo basal:

  • Termogénesis. Es el gasto que produce nuestro cuerpo por la transformación de los alimentos que comemos y para mantener la temperatura corporal. No es un gasto representativo, por lo que no deberías poner el foco en él. A pesar de ello, los alimentos reales producen una termogénesis mayor al igual que las fuentes de proteína y grasa.
  • Actividad física no reglada. Aquí se incluye todo lo que hacemos que no sea entrenamiento físico. Desde estar sentado en la oficina a subir las escaleras a casa. Aunque pueda parecer poco relevante, este es el factor que más puedes modificar en tu día a día. Cambios como andar más, no usar el ascensor y levantarte cada 30 minutos de la silla pueden incrementar considerablemente el metabolismo si llevas una vida sedentaria. Este este gasto es conocido como NEAT por sus siglas en inglés (Non Exercise Activity Thermogenesis).
  • Ejercicio físico. En este punto se recoge el entrenamiento. Ir al gimnasio, correr, la clase de spinning, etc. La actividad física conlleva un gasto importante, pero no suele ser más relevante que la actividad no física (a no ser que entrenes mucho). Su importancia radica en que te permite ganar músculo y, por lo tanto, aumentar el metabolismo basal por el mero hecho de tener que mantenerlo.

En consecuencia, tener un metabolismo más alto o bajo va depender de tu estilo de vida.

Cuando el cuerpo interpreta que hay poca energía disponible tiende a reducir toda actividad no vital posible. De esta forma, el gasto se reduce.

Sin embargo, cuanto mayor es la actividad, más necesitas comer para mantener el gasto.

TRASTORNOS METABÓLICOS

Algunos trastornos pueden influir en el metabolismo y hacer que gastes más o menos energía.

  • Hipertiroidismo. Ocurre cuando la glándula tiroidea se encuentra excesivamente activa. Ésta segrega demasiada tiroxina que acelera el metabolismo. Algunos de sus síntomas son la pérdida de peso, ritmo cardiaco elevado o hipertensión.
  • Hipotiroidismo. Es lo contrario al anterior. La glándula tiroidea está poco activa y no segrega la cantidad suficiente de tiroxina. En consecuencia, el metabolismo se ralentiza. Produce fatiga, frecuencia cardíaca baja, ganancia de peso excesiva y estreñimiento.
  • Diabetes. Se trata de una enfermedad por la cual el cuerpo no produce la insulina suficiente para transportar los nutrientes a las células. En el tipo 1 se debe a la poca producción de insulina, sin embargo en el tipo 2, el cuerpo sí produce insulina, pero las células se han vuelto resistentes a esta hormona debido a una segregación excesiva. Esta resistencia suele producirse como resultado de una mala alimentación en base a ultraprocesados ricos en azúcares y harinas refinadas.

EN RESUMEN

El metabolismo se encarga de producir la energía necesaria que necesitamos en nuestra vida.

A través del anabolismo construye y mantiene nuestros tejidos y reservas de energía para el futuro.

Con el catabolismo, se descomponen moléculas más grandes de nuestros tejidos o reservas para liberar energía

Podemos diferenciar 4 aspectos que determinan este gasto y en los cuales podemos influir para aumentarlo o reducirlo.

  • El metabolismo basal representa el gasto energético que nuestro cuerpo hace para mantener todas las funciones en reposo.
  • La termogénesis es la energía necesaria para descomponer los alimentos y mantener el calor corporal.
  • La actividad física no reglada conlleva el gasto de todo aquello que haces durante el día. Lo puedes aumentar incorporando más movimiento.
  • El ejercicio físico corresponde al gasto producido durante la práctica deportiva.

Si quieres aumentar tu metabolismo, primero muévete más y después haz ejercicio para aumentar tu musculatura y con ello tu metabolismo basal.

¡Tu salud te lo agradecerá!

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